Cállate, que tú también tienes tu historia

Ari-y-Mariana

Por: Roberto Montoya Martínez

Ahora sí se prendió el cerro. El último concierto de OV7 destapó una cloaca maloliente y fétida. Dos integrantes de esa agrupación se están dando hasta con la cubeta, todo porque cada quien dijo su verdad en torno a lo sucedido. Mientras uno calló por caballerosidad, la otra advierte que, si la buscan, la van a encontrar. Ha procurado ser prudente, pero si la provocan, va a cantar cumbia, salsa y hasta rock. No en balde el hilo se rompe por lo más delgado. Pongan ojo al parche.

En fechas recientes, previo a la presentación de OV7 en la Arena CDMX, Ari Borovoy se confesó con Shanik Berman, argumentando que ha sido víctima de maldad y traiciones de quienes menos esperaba. Contó su versión de los hechos a su manera, explicando la ruptura de su amistad con quienes fueron sus hermanos de sangre: Mariana, Óscar y Lidia. Según él, no había hablado antes por no dañar a los hijos de la que un día fue novia de Daniel Bisogno.

Hablando de la susodicha, la señora Mariana Ochoa argumenta que se comportó como una dama hasta el final. Que aquel loco ande de hocicón acusándola de cosas que, según él, ha hecho, es otra historia. La cantante advierte que, si el señor Borovoy sigue de boquiflojo, ella lo va a desenmascarar y quedará más quemado que las brujas de Salem. La que fuera actriz de telenovelas en TV Azteca dice que el empresario miente y que la verdadera víctima de calumnias es ella. Además, recalca que, si el bato le sigue echando más leña al fuego, soltará la sopa de todo lo ocurrido a manera de tiradera, como lo hicieron Shakira y, recientemente, Cazzu. ¿Qué necesidad tiene el señor Borovoy de buscarle ruido al chicharrón?

Mariana le dice a Ari: “Cállate, che, que vos también tenés tu historia.” Mientras él alega que sus excolegas violaron un contrato de confidencialidad, ella asegura que el empresario tiene más que perder, pues tiene pruebas de que no es tan santo como pretende.

La telenovela de los OV7 (o sepan cuántos) durará un buen rato. Los que fueron amigos ahora son enemigos. ¿Quién ganará esta contienda? Lo único cierto es que ninguno está libre de pecado.

Pleito entre compadres, saca las verdades.

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