¡Colosio Vive!

ANÁLISIS Y COMENTARIOS

Por: Ramiro Gámez

Hoy se cumplen 31 años de los trágicos acontecimientos de Lomas Taurinas que enlutaron a México y privaron al país de contar con un gran mexicano en la Presidencia de la República, quien, sin duda alguna, hubiera ganado.

Desde muy joven, he lamentado la especie de “destino manifiesto a la inversa” que padece nuestro país. No supimos administrar nuestra inmensa riqueza territorial porque padecimos a un traidor como Santa Anna; ni la riqueza petrolera, porque tuvimos un frívolo de la talla de López Portillo; tampoco la apertura comercial con Carlos Salinas, debido al hermano incómodo, la enorme devaluación de fin de sexenio y el magnicidio.

Y ahora, tras la elección más concurrida de la historia, hemos tirado a la basura el bono democrático y el dinero de los mexicanos en obras que no diré que son innecesarias, pero sí, no prioritarias y, además, inconclusas.

Ese ha sido nuestro destino, por razones que hoy alcanzo a comprender y que me lo confirman con nuestra primera mujer en la Presidencia. Machistas y todo, como nos pintan a nivel global, hemos superado a los gringos, cuyos dos intentos de llevar a excelentes mujeres al poder han sido fallidos.

Sí, pero qué lamentable que el cargo se ocupe en defender lo indefendible.

Pero bueno, juego que tiene desquite, ni quien se pique. Vendrán tiempos mejores. En nosotros está.

¡Os lo juro!