La Rectoría de la UAS: Un Desafío Democrático que Nos Compete a Todos: Damián Toledo

El proceso para elegir a la persona titular de la rectoría de la UAS sí puede ser un ejercicio democrático, responsable, formador y ejemplificante. Al menos, intentarlo.
No sucumbir a la tentación de la instrumentalización de los alumnos y docentes.
A todos los que soñamos con una universidad plural y democrática, nos conviene que este ejercicio sea lo más terso posible; perfectible, sí, pero no un proceso fallido, frustrante o indigno.
Es preciso autorregularnos, hacer un llamado a la mesura y al acuerdo público entre aspirantes y equipos de apoyo para proceder dignificando el proceso. Permitir que la comisión realice su tarea y vigilar que lo haga conforme a derecho.
Todo indica que el triunfo del Dr. Madueña es irrefutable, pero no es solo su triunfo lo que está en juego en este proceso, sino la consolidación de un mecanismo democrático para la posterior democratización orgánica de la Universidad como medio del humanismo al que aspiramos.
No basta la ley: es necesaria mucha voluntad y vocación democrática de todos los que conformamos esta gran comunidad universitaria, y eso no se obtiene de un día para otro.
Pero avancemos, camaradas.